lunes, 29 de agosto de 2011

Carta abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar - Opinión de Lucas Pinzone Vecchio

La carta abierta de Rodolfo Walsh a la junta militar, deja en claro que a partir del 24 de marzo de 1976, la represión pasó a ser desarrollada por las fuerzas armadas. La triple A se incorporó a los grupos represivos militares que operaban en forma clandestina.
A Diferencia de toros golpes militares, creo que esta vez la represión adoptó dos caras. Por un lado, tuvo una forma “legal” en el sentido que se atenía a las disposiciones públicas de la junta militar y que ellos creían la correcta. Éstos que se creían patriotas detuvieron a cientos de miles de personas por causas políticas o gremiales. Estas personas eran mantenidas “A disposición del poder Ejecutivo”, no eran sometidas a procesos penales, ni de acusación, y permanecieron años en esa condición, no podían abandonar el país y algunos que lograron escapar se exiliaron en otros países.
“Los patriotas militares” realizaron operativos militares de control en calles, rutas, barrios, casas, fábricas, etc. Identificando y deteniendo a quienes no compartían sus ideas. Pero y pese a su gravedad, estas acciones no fueron el centro del dispositivo represivo, por el contrario, la otra cara de la represión era abiertamente ilegal, ésta es la que Walsh describe en forma correcta, esta cara es la que la junta militar establece la pena de muerte, donde ninguna persona fue juzgada y condenada a esa pena. Sin embargo, al menos 1800 personas fueron halladas muertas. Este sistema, como la carta muestra, estableció la desaparición forzada de personas.
Para llevar a cabo este aberrante genocidio, se establecieron 348 centros de detención clandestinos y con ellos la palabra “desaparecido” se hizo común en el país. Organismos internacionales calificaron a ésta forma de represión como “Terrorismo de Estado” y yo agregaría que el suelo argentino fue convertido en ese tiempo como un gran cementerio, ya que los cuerpos de los desaparecidos estaban dispersos por tierra, ríos, mares y lagos.
El perseguimiento y la masacre se llevaron a Walsh como a tantos otros, es algo que nosotros no debemos olvidar, el “nunca más” debe ser no sólo dos palabras, sino algo más, un sentimiento que debemos llevar a flor de piel, durante toda la vida. Que las palabras genocidio, terrorismo, desaparecidos, se transforme en democracia, libertad, vida y amor.

miércoles, 24 de agosto de 2011

ANTIGONA – FAVALORO Por Lucas Pinzone Vecchio


 En este caso, vos a elegir a Favaloro, un personaje muy importante en la historia de nuestro país. Además fue elegido para el primer trabajo por mi compañera Victoria.
Antigona murió por un ideal, pero ¿valió la pena? Algunos podrán decir que si, otros que no.
Como Antigona en la actualidad y salvando la distancia, podríamos establecer una similitud con la muerte del Dr. Favaloro, que decidió matarse para dejar como mensaje, qué estaba ocurriendo en su fundación; y mostrarle a un país, o a los políticos de turno, la falta de apoyo y ética por parte de la burocracia política o de oídos sordos, que dejaron que un hombre, un gran hombre tomara semejante decisión sin pensar lo que la medicina con él perdió, o quizá lo pensó, y por eso lo hizo.
Favaloro murió por su ideal, la medicina como medio de salvar a los hombres.
Creo, que no es bueno que una persona muera por un ideal, ya que supongo que hay formas mejores, pero, quizá, él sacrificó su vida, para poder salvar otras, y para que su ideal, no muriera con él.

jueves, 18 de agosto de 2011

Harry Houdini - por Verónica Milesi


.:: Un ideal no siempre es sinónimo de bondad ::. 
 
IDEAL: “Ejemplo o modelo al que se aspira por considerarse perfecto en su clase”; ese es el significado de la palabra según la Real Academia Española; pero si nos basamos en la cotidianeidad…
“Un ideal”, toda persona transcurre su vida luchando o creyendo en un ideal; a veces éste puede ser el sentido de su vida o bien el motivo de su muerte.
“¿Vivir por un ideal o morir por un ideal?”
Ese es el interrogante a cuestión.
Un ideal no es necesariamente algo inmenso que cambiará, para bien o para mal, el mundo; no es obligatoriamente un suceso que nos convertirá en héroes. Un ideal, es un sueño, una creencia que se convierte en meta por la que estamos dispuestos a dar la vida por defenderla. Ese ideal puede ser tan humilde y multitudinario, como individual, ególatra y narcisista; como es el caso de Harry Houdini.
Houdini fue el más grande escapista e ilusionista de la historia, famoso en el siglo XX, comenzó sus carrera desde muy chico, y ya a los 11 años era experto en abrir cerraduras, durante su infancia viajaba y participaba en distintos circos que se trasladaban a lo largo de todo Estados Unidos, donde adquirió conocimientos que lo ayudarían a ser la importante figura en la que más tarde se convirtió.
Houdini no soñaba con cambiar el mundo, con terminar una guerra y conseguir la paz de un pueblo; no pensaba en luchar contra la hambruna, ni por los chicos desamparados…sin embargo él tenia un ideal a seguir, una razón que se convertiría en la causa de su vida, y ese fue…”ser el mejor del mundo, ser el mayor escapista del mundo” sin importar el precio, sin importar la prueba a sobrepasar. Guardaba en cada truco una trampa que lo ayudaba a terminar siempre victorioso. La gente asistía a sus demostraciones ya sea por curiosidad o creencia.
Ensayaba todos los días para cada nuevo desafío como lo fueron, encerrarse dentro de una caja fuerte, soltarse de cadenas que rodeaban todo su cuerpo, librarse de un chaleco de fuerza aún estando a metros de distancia del suelo colgado de un arnés; cualquiera de estas pruebas podía costarle su reputación, o lo que es más importante…su VIDA.
Así fue como en 1926, durante una gira por Norteamérica un seguidor enfrentó a Houdini desafiándolo a corroborar su, supuesta, fuerza muscular, prueba a la que el Harry aceptó sin oposición. En ella el joven golpeó con fuerza el abdomen de Houdini, pero como éste aun no estaba preparado (en posición acorde) para recibir los golpes, le produjeron la ruptura del apéndice que desembocaría, días mas tarde, en la efectual causa de su muerte.
Así es como debido a su incansable afán de demostrar todo el tiempo sus capacidades, sus límites y sus grandezas Harry Houdini falleció a causa de la prueba más simple e innecesaria de su vida.
Es así como el ideal de su vida, tan egoísta e individualista como él, lo llevó al final de su existencia, justo, en la cumbre de su carrera. 

  Verónica Milesi

miércoles, 17 de agosto de 2011

María Claudia Falcone por Florencia Mariño

Esta primera instancia de búsqueda de quienes han muerto por un ideal me ha hecho pensar a lo grande, es decir, personas que han luchado por la libertad de pueblos enteros como el general San Martín, el suicidio de numerosos escritores quienes no pueden concebir la dura realidad que se les presenta tales como Virginia Woolf, Leopoldo Lugones, etc.
Próceres, héroes, personas cuyos nombres hemos escuchado desde jardín de infantes hasta la graduación en la secundaria, nombres que aparecen todos los 25 de mayo, los 17 de Agosto.
Maravillosos, seres realmente maravillosos y los aplaudo.

Pero...¿cuántos hombres y mujeres más habrá en todo el mundo que han muerto por sus ideales? ¿Cuántos más que no son recordados, ni conocidos siquiera? me pongo a pensar en que no hace falta haber muerto por haber salvado al mundo y que al día siguiente el acontecimiento se haga noticia... hay quienes simplemente murieron por un boto estudiantil, en silencio, sin que nadie sepa cómo, ni cuándo.

Les dicen desaparecidos, porque ni sus nombres los caracterizan, ni por sus nombres son reconocidos.

Hoy, María Claudia Falcone, me acuerdo de vos.

María Claudia Falcone



María Claudia Falcone fue una de las estudiantes secundarias que, habiendo militado por el derecho al uso del boleto escolar, entre otros pedidos, resultó detenida - desaparecida la noche del 16 de septiembre de 1976 en la ciudad de La Plata durante la última dictadura militar Argentina.

Nació el 16 de agosto de 1960 en la ciudad de La Plata. Militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y colaboraba en tareas de educación y sanidad en las villas miserias. Estudiaba en el Bachillerato de Bellas Artes en su ciudad natal

Joven peronista convencida, hacía asistencia social en villas y barrios carenciados.

En 1975 luchó por la obtención del Boleto Estudiantil Secundario. Lo hacía en solidaridad hacia los chicos de escasos recursos económicos que vivían lejos y que necesitaban ayuda. También para que el boleto quedara para futuras generaciones, ya que Claudia decía que: "aunque el boleto no lo consigamos para nosotros quedará para futuros estudiantes".
Así, luego de asambleas, de repartir volantes, de petitorios e incluso una manifestación frente al Ministerio de Obras Públicas donde se congregaron estudiantes de casi todos los colegios secundarios de La Plata, y donde fueron reprimidos por fuerzas de seguridad y de infantería, finalmente se logró la obtención del Boleto Estudiantil.

En la madrugada del 16 de septiembre Claudia es secuestrada junto a su amiga María Clara Ciocchini (18 años). Hacía sólo un mes que había cumplido 16 años.
Esa misma noche también secuestraron a otros jóvenes que habían participado en la manifestación por obtener el Boleto Estudiantil, entre los que se encontraban Horacio Úngaro, Daniel Racero, Francisco López Muntaner y Claudio De Acha, todos ellos de entre 16 y 18 años y amigos de Claudia. Este episodio es recordado como “La Noche de los Lápices”
Luego, Claudia es trasladada a un centro clandestino de detención llamado Pozo de Arana  ubicado en calle 137 Esq. 640, La Plata. Allí comienza a padecer violaciones y torturas.

Corredor del Pozo de Banfield

El 23 de septiembre la trasladan a otro centro clandestino, el Pozo de Banfield, donde continúa padeciendo diversas atrocidades y tormentos.


María Claudia Falcone al igual que más de 200 adolescentes hoy continúa desaparecida. Fue vista por última vez por Pablo Díaz, el día 28 de diciembre del mismo año en Banfield. A partir de allí su destino es incierto.




¿Morir por un ideal o vivir por un ideal?

Uno vive por un ideal todo el tiempo, vive por alcanzar los objetivos que se propone, sus deseos más profundos.
La diferencia radica en que en esa lucha uno se puede encontrar con la muerte, sin pretenderlo o alcanzarla. Quienes deciden ir en busca de ella son personas con un alto grado de sensibilidad emocional por lo que no pueden enfrentar las circunstancias que le plantea la vida, en las cuales sus ideales son atormentados o destrozados.
De todos modos, hay un amor hacia el ideal, una certeza, una fe y cierto orgullo que sobrepasa todo e incluso la vida misma.

Florencia A. Mariño

Juana de Arco por Yamil Ezequiel Guidali Liguori

Juana de Arco

(Domrémy, Francia, 1412 - Ruán, id., 1431) Santa y heroína francesa. Nacida en el seno de una familia campesina acomodada, la infancia de Juana de Arco transcurrió durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien Años que enfrentó al delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés, y que provocó la ocupación de buena parte del norte de Francia por las tropas inglesas y borgoñonas.
A los trece años, Juana de Arco confesó haber visto a san Miguel, a santa Catalina y a santa Margarita y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota y piadosa. Unos años más tarde, se sintió llamada por Dios a una misión que no parecía al alcance de una campesina analfabeta: dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país.
En 1428 viajó hasta Vaucouleurs con la intención de unirse a las tropas del príncipe Carlos, pero fue rechazada. A los pocos meses, el asedio de Orleans por los ingleses agravó la delicada situación francesa y obligó al delfín a refugiarse en Chinon, localidad a la que acudió Juana, con una escolta facilitada por Roberto de Baudricourt, para informar a Carlos acerca del carácter de su misión.
Éste, no sin haberla hecho examinar por varios teólogos, accedió al fin a confiarle el mando de un ejército de cinco mil hombres, con el que Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims y permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).
Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429, y luego en el asedio de Compiègne, donde fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.
Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería, con el argumento de que las voces que le hablaban procedían del diablo, con lo cual se pretendía presentar a Carlos VII como seguidor de una bruja para desprestigiarlo. Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería; pese a que ella había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus afirmaciones, y ello permitió conmutar la sentencia de muerte inicial por la de cadena perpetua.
Días más tarde, sin embargo, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán. Durante unos años, corrió el rumor de que no había muerto quemada en la hoguera, ya que habría sido sustituida por otra muchacha, para casarse posteriormente con Roberto des Armoises. En 1456, Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el papa Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.

Mahatma Gandhi por Lucas Pinzone

Mahatma Gandhi


En esta oportunidad, el personaje elegido, para analizar la frase “Vivir o morir por un ideal”, fue Mohandas Karamchand, mejor conocido Mahatma Gandhi. Vale hacer la aclaración que Maha significa grande y Atma significa alma.

La elección del personaje para analizar no fue tarea sencilla, ya que varias personas cumplían con los requisitos del ejercicio, el cual era seleccionar a personas que hayan muerto o vivido por un ideal.
Pero antes de continuar explicando el porqué de mi elección, vamos a ir a lo más importante ¿qué hizo esta persona?

Gandhi, era un abogado indio, nacido en Bombay en el año 1869, y toda su vida, luchó por su ideal: poder solucionar las diferencias de manera pacífica.
Una forma de repudiar los actos de violencia eran las huelgas de hambre, mejor conocidas como “Ayuno hasta la muerte”, como ocurrió en enero de 1948 por una pelea entre indios y musulmanes.

Otra de las cosas destacadas, que realizó esta figura, fue en el año 1949, donde gracias a su participación en las conversaciones de India, logró la concesión de la independencia.

Gandhi, vivió toda su vida, defendiendo sus ideales, paradójicamente, una persona pacifista, muere un 30 de enero de 1948 asesinado por un indio de tendencias extremistas. Aquí, es cuando uno se pone a pensar qué es mejor, si vivir o morir por un ideal.
Porque una persona pacifica, como lo era Gandhi, termina muriendo, contra su voluntad, por un ideal, por su ideal. Él murió por hacer algo, por defender sus ideales, sus ideales de pacifista. Y creo oportuno, cerrar esta apertura de debate, con una frase de Gandhi: “El no hacer nada es el medio más seguro para atraer la violencia”.

Lucas Pinzone

René Gerónimo Favaloro por Victoria D´Angelo

René Gerónimo Favaloro



Nació el 12 de julio de 1923 en La Plata, Argentina  y falleció el 29 de julio de 2000.
 Fue un prestigioso médico cirujano torácico argentino, reconocido mundialmente por ser quien realizó el primer bypass cardiaco en el mundo.
 Estudió medicina en la Universidad de La Plata.
Leía bibliografía médica actualizada y así empezó a tener interés en la cirugía torácica.
A fines de la década de 1960 empezó a estudiar una técnica para utilizar la vena safena en la cirugía coronaria.
A principios de la década de 1970 fundó la fundación que lleva su nombre.
Se desempeñó en la Conadep, condujo programas de televisión dedicados a la medicina y escribió libros.
 Durante la crisis del 2000, su fundación tenía una gran deuda económica y le solicitó ayuda al gobierno sin recibir respuesta, lo que lo indujo a suicidarse.
 El 29 de julio de 2000, después de escribir una carta al Presidente De la Rúa criticando al sistema de salud, se quitó la vida de un disparo.


Creación de la Fundación Favaloro

En 1971 Favaloro regresó a la Argentina con el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación.
En 1975 fundó con ese propósito junto a otros colaboradores la Fundación Favaloro, que además es un centro de capacitación donde estudian alumnos de diferentes partes del mundo y donde cada dos años se celebra el congreso Cardiología para el Consultante.
En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica, manteniéndolo con dinero propio por un largo tiempo, dependiente del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro.
En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Con el lema "tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico" se brindan servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas. Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de profesionales.
Siguió fomentando la prevención de enfermedades e incorporando en sus pacientes reglas de higiene básicas que ayudaran a disminuir las enfermedades y la tasa de mortalidad.
La Fundación desarrolló estudios para detectar enfermedades y llevó a cabo diversos programas de prevención, brindó cursos contra el tabaquismo y se realizaron mediante el Centro Editor de la Fundación varias publicaciones. El Centro Editor funcionó hasta el año 2000.

Favaloro en la cultura popular
Participó en televisión en programas educativos para la población, entre los que se destacaba la serie televisiva Los grandes temas médicos.
 Presentó numerosas conferencias en la Argentina y en el exterior, sobre temas muy diversos como medicina, educación y la sociedad de nuestros días.
En octubre de 2007 estuvo como finalista en el programa de televisión El Gen Argentino, en el cual se eligió al personaje argentino que mejor representa las características del país y su gente.
El grupo argentino de punk-rock Attaque 77 le dedicó la canción y el videoclip "Western" del álbum Antihumano del año 2003. Fue el primer corte de difusión del disco y se trataba de un homenaje al Dr. René Favaloro.


"Que fatal, paradoja singular! Nunca más nuestro héroe volverá                     
Se marchó, por la puerta de atrás, Decidió evitar la corrupción,
Decidió y ahí nomás se suicidó Y pensar que fue maestro del by pass
Y murió, de un disparo al corazón”



 También la banda argentina Bersuit Vergarabat hizo mención a su suicidio en el tema La argentinidad al palo, del disco del mismo nombre.
“¡Este país está lleno de ladrones!                                                               
¿Yo?... ¡argentino!
Como el tiro en el corazón de Favaloro.
Del éxtasis a la agonía oscila nuestro historial.
Podemos ser lo mejor, o también lo peor, con la misma facilidad”







Suicidio
Hacia el año 2000, la Argentina estaba ya sumergida en una crisis económica y política, la Fundación Favaloro estaba endeudada en unos US$ 75 millones, por lo que Favaloro pidió ayuda al gobierno, sin recibir una respuesta oficial, con amplias críticas al sistema de salud en Argentina.
Después de su muerte se supo que le había enviado una carta al entonces Presidente de la Nación, el Dr. Fernando de la Rúa, que nunca había sido leída y en la que expresaba su cansancio de "ser un mendigo en su propio país" y le solicitaba ayuda para recaudar fondos para la Fundación.
Expresaba que la sociedad argentina necesitaba su muerte para tomar conciencia de los problemas en los que está envuelta.

"En este último tiempo me he transformado en un mendigo. Mi tarea es llamar, llamar y golpear puertas para recaudar algún dinero que nos permita seguir con nuestra tarea."
Solo quiero decir que el final se acerca de a poco. No es para que te asustes, pero todo esta consumado, y siento que estoy solo en esta sociedad, realmente, de mierda."
 Con mucho afecto, Rene Favaloro.

Siempre se asociará al Doctor Favaloro con la solidaridad, la humildad y la honestidad y se lo recordará como una persona que imaginó y construyó el progreso a base de trabajo, compromiso y preparación.


¿Dar la vida por un ideal?

La muerte de algunas personas ha inspirado a otros para continuar,  para ir en contra de la corriente y seguir haciendo lo correcto.
El suicidio de Favaloro, su gran amor por la medicina, ver como se derrumbaba su fundación al estar tan endeudada, la crisis económica, los problemas del país, llevaron a tomar la decisión de darle fin a su vida.
"Muchas personas eligen morir para salvar la vida de un ser querido o por defender todo lo que le es querido"
Otras eligen seguir viviendo y luchando.
A mi punto de vista Favaloro, intento luchar para mejorar la situación pero no pudo,  su cansancio de "ser un mendigo en su propio país" como él se sentía, buscar ayuda y no conseguirla.
Expresaba que la sociedad argentina necesitaba su muerte para tomar conciencia de los problemas en los que estaba envuelta.
"La muerte no solo es cobardía, los verdaderos hombres son capaces de dejar hasta la vida por una razón específica y que esta no sea en vano sino recordada por el precio del valor"
Pero con esto no decimos que su suicidio fue darle un fin a la vida, sino un sentido a la misma; la pasión por la medicina, el querer cambiar la humanidad, ayudar al corazón, el motor de la vida, una pasión extraordinaria, esos valores tan importantes para él, que los problemas hundieron su motor de vida que era la medicina y su fundación, hicieron pagar el precio que pocos están dispuestos a pagar.
A la vez es inevitable no reflexionar sobre el país de aquel entonces, sobre este personaje que buscaba el bien para todos, que luchaba por su ideal, y quizás si hubiera sido comprendido por los representantes, por su país, hoy la historia seria completamente distinta, se fue un “grande de la medicina” un hombre con valores, como pocos se ven hoy en día, 11 años después, sigue latiendo en los corazones de muchos Argentinos que nos sentimos orgullosos de él.
"Sólo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir"
MARIA VICTORIA D´ANGELO

¿Morir por un ideal o vivir por un ideal?

Cada ser humano guarda sus ideales más profundos en su corazón, algunos los expresan abiertamente, otros por temor los ocultan, hay quienes los sostienen firmemente pero a la primera dificultad se dan por vencidos y están los que simplemente los tienen y nunca se han preguntado qué hacer con ellos.
Tal vez dudemos sobre qué son los ideales, son los valores morales que cada uno tiene acerca de una cosa o sobre el mundo en general, aquello en qué creemos firmemente, aquello que nos impulsa a ser quienes somos.
¿Es posible, entonces, que haya otras tantas personas a lo largo de la historia que han llegado a dar su VIDA por eso que llamamos "ideales"? ¿Una exageración? ¿Un ejemplo? ¿Morir por un ideal o vivir por un ideal?

Creo que con una canción
la tristeza es mas hermosa.
Creo que con una palabra
puedo decir mil cosas.
Pero no creo en el circo
de la información.
Toda decanta en tu amor
y en mi dolor.
Creo que es mejor morir de pie
que vivir de rodillas
.
Creo que hoy el viento me alcanzó
el olor de tu mejilla.
Creo en mi guitarra, creo en el
sol,si me cura las heridas,
Creo en tu voz.
Creo en la vida, en la noche,
en tu alma y no creo
en todo lo demás.
Creo en tu estrella,
en aquella que busco
en mi sueño mejor
para poder luchar.

Creo en esas tarde que viví
jugando a la pelota.
Creo que educar
es combatir
y el silencio
no es mi idioma

Creo en tu sonrisa,
creo en mí si te veo hoy
y me pedís que no
me rinda,
sigo por vos.
Creo en la lluvia cuando cambia
el olor de mi tierra.
Creo en el mar
cuando amanece
abrazándose a las
piedras.
Creo en los jazmines
que un dios me bajó
esa vez, para poder
conocerte como mujer.

Callejeros